viernes, 4 de noviembre de 2011

Las aventuras de Tintín: el secreto del unicornio.


Nos fuimos toda la familia a ver la nueva de Spielberg, "Las aventuras de Tintín", con nuestra palomitas, dispuestos a disfrutar de una tarde de cine. La verdad es que es una gozada poder ir con los peques al cine ahora que ya van creciendo.

Me apetecía muchísimo ver la adaptación de Tintín por parte de Spielberg con la colaboración en la producción del mismísimo Peter Jackson. Mejorando las técnicas que experimentó Zemeckis en Polar Express con actores reales que mediante tratamientos digitales se convierten en los personajes de tebeo, Spielberg se pone de lleno a adaptar el famoso héroe de Hergé. Cuando digo de lleno, es que se pone de lleno, es decir, que dirige y firma la cinta, y lo hace convencido además.

Tomando con libertad uno de los cómics del secreto del Unicornio, Spielberg nos mete en una de sus buenas películas de acción trepidante, con continuos sobresaltos y aventuras, y para ello la técnica aplicada de efectos especiales es genial, ya que hace posible giros de cámara y travellings llenos de acción e imposibles de filmar de otro modo. Lo que vemos no es el Tintín que yo recuerdo de los cómics, que era menos Indiana Jones y más pausado, pero al segundo ya no nos importa (salvo fans acérrimos de los tebeos) y nos lo pasamos pipa viendo saltos, persecuciones y piruetas.

El careto de los personajes choca al principio, y dándole vueltas creo que es por el tema de los ojos. En los tebeos, tanto Tintín como Haddock y otros muchos tienen unos ojillos muy característicos de Hergé que no son más que unos puntos negros, y en la peli los ojos son ojos, aunque el resto hay que decir que está muy logrado. Sin embargo te adaptas en seguida del tema en cuanto te familiarizas con ellos. Las caras de alguno de los malotes, son excepcionales, porque parecen reales a la vez que tienen unos rasgos de malo de tebeo que a mí me encantaron.

No la vi en 3D porque todas las que he visto, excepto Avatar, me parecen un timo con respecto al incremento de precio, e incluso las veo más oscuras e incómodo que en 2D, así que no pique. Bien es cierto que dicen que Spielberg se ha preocupado de que las tres dimensiones merezcan la pena, pero yo no puedo opinar.

La historia se toma licencias, ya que mezcla el guión del cómic con pasajes inventados, nos hace ver que es la primera vez que Haddock y Tintín se conocen cuando en el tebeo no era así, aparece la Castafiore por allí cuando en el Secreto del Unicornio no está, y, como ya digo, le mete mucho más acción al reflexivo Tintín del que en su vida de papel tenía.

Hay que decir que eso a mi hijo le importó muy poco, ya que estaba encantado con los mamporros que suelta Tintín. Haddock está genial, como en los tebeos, alcóholico perdido y soltando barbaridades con elegancia.

Lo cierto es que nos gustó a grandes y pequeños, chicos y chicas, y la recomiendo vivamente si quieres pasar una tarde de cine con toda la familia.

1 comentario:

  1. También yo me fuí a verla en familia, pero no la disfruté tanto porque a Marina se le conectó el modo Random al cuarto de hora de película, y estuvo probando todas y cada una de las posturas posibles que puede haber para sentarse en una butaca (y en las de alrededor). Pero a pesar de todo me gustó. Es increíble lo que se puede hacer hoy en día con la téncnica de captura de movimientos, y creo que le va perfecto a esta adaptación de los comics. No me imagino a un Tintín de carne y hueso, lo prefiero así, como lo ha reencarnado el tito Spielberg.

    La persecución al pájaro me pareció de antología, y el capitán Haddock está genial, era mi personaje favorito en el cómic y lo fué en la peli.
    No me había dado cuenta de lo de los ojos!
    Es cierto, en los tebeos el autor logra una expresividad increíble con solo dos puntitos y cuatro rayas.

    Bueno, pues eso, que yo también recomiendo su visionado, aunque con niños de 4 o 5 años en adelante.

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